La evolución es ley de vida, renovarse o morir, todo siempre al más dificil todavía.
Siguiendo esta premisa, nos paramos a pensar que tenemos los siguientes ingredientes:
- el nuevo género de las canciones-no-instrumentales-sin-letra, porque a lo que nos trae Tata Golosa no se le puede llamar letra. El año pasado triunfó con Los micrófonos, y viendo que se podía tener éxito con eso, este año repite exactamente con el mismo esquema en La pastilla, copiando incluso los gemidos, lo que ya es la marca de la casa. Y en 2008 La Pastilla se escucha y se escuchará. Y mientras que siga estando buena, si su productor no se cansa de ella, Tata Golosa nos seguirá trayendo lo mismo cada verano, canciones cantadas sin letra mediante recital de palabras picantes, expresiones calientes, gemidos y ritmos molones pegadizos, con esa mezcla entre Raffaella Carrà de los tiempos actuales y Georgie Dann.
- las letras sexuales. "Lo que quiero es que todas me coman la", "las tetas, chupaita, los micrófonos", "tócame la cosita"... son las letras de estas canciones sin sustancia. Música para poner caliente y rozarse.
Tiempo al tiempo... Vamos camino del Chivi discotequero. Pero vamos, que mejor para nosotros, solo esperamos que se haya pasado cuando tengamos hijas... :P
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