Adiós a las palomas

El ejército español jubiló el mes pasado a las 300 palomas mensajeras que aún mantenía, desmontando la última de estas unidades en España. Hace un par de años hicieron lo mismo con la penúltima, en Sevilla.
Los responsables de la desaparecida Sección Colombófila del ejército dicen, con razón a mi parecer, que en una situación de destrucción total de las telecomunicaciones, el único medio para transmitir información serían las palomas mensajeras, posibilidad que ya no tendrá nuestro ejército.
Aunque parece poco probable la anulación total de los medios actuales (redes de datos por cable y aéreas), lo cierto es que en casos extraños como la utilización de la bomba de microondas o "ebomb", que destruye todos los sistemas electrónicos en su radio de alcance, una vuelta a los medios antiguos pre-tecnológicos es la única salida.
También es cierto que la funcionalidad de las palomas mensajeras es bastante reducida, puesto que su modo de uso consiste en adiestrarlas para reconocer un palomar determinado, con lo que se consigue que esas palomas, soltadas a decenas y cientos de kilómetros de distancia, con un mensaje atado a una pata o alguna parte de su cuerpo, vuelvan a su palomar transmitiendo un mensaje. Por lo visto, consiguen averiguar el camino de vuelta a casa gracias a la iluminación del Sol, que varía en función de la latitud y de la época del año, por lo que la paloma reconoce dónde está en esa fecha y sabe hacia dónde ir; con una especie de brújula en el pico y en un ojo ubican el norte; y ya en las inmediaciones del palomar hacen uso de una gran memoria visual para reconocer montañas, ríos, llanuras...

Conocí la jubilación a través de... una noticia en el diario montañés. Y la información sobre la orientación de las palomas en un artículo de sabercurioso.com

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